Tres reinos, Castilla, Aragón y Navarra, y tres culturas, cristiana, árabe y judía (en inusual convivencia), dejarían durante siglos su impronta en la historia, el arte, la arquitectura y las costumbres de la villa de Ágreda. No en vano contó con una de las aljamas y comunidad mudéjar más importantes de su época. Cuatro son los recintos murados que acogieron la villa, singulares en cuanto a su forma, no como ampliaciones una de otra, sino como conjuntos independientes que se fueron levantando a medida que la población crecía como consecuencia de las repoblaciones procedentes de su entorno, desde San Pedro Manrique o Yanguas. La Muela es el centro de esta primera barrera defensiva, de época califal o emiral, realizada a tizones y donde se encuentra la torre o castillo de la Mota. Se conservan dos accesos con arco de herradura (aunque se sabe que tuvo al menos dos más), algunos muros, y la torre, muy posterior y de origen cristiano.
El origen de Ágreda lo encontraremos en sus escasos restos romanos. Tuvo que ser enclave de relativa importancia, no sólo por el trazado de una de las más importantes vías romanas, la de Astúrica (Astorga) a Caesaraugusta (Zaragoza), pasando por Augustóbriga (Muro de Ágreda), sino también por el estratégico lugar que ocupa, en la cabecera del tajo que nos llevará hacia Aragón y Navarra por Tarazona. Como es habitual, hay poca noticia de su época visigoda, hasta el siglo X en que se construyó el primer recinto, ya bajo la dominación árabe. Las primeros ataques de la reconquista contra Agrita ocurren en el siglo siguiente de mano de los reyes Navarros y Aragoneses, y se consolida bajo el mandato del batallador aragonés en 1118, que llegará en sus luchas hasta Zaragoza.
Hoy la población es un hermoso conjunto de palacios, conventos, iglesias y murallas: la iglesia de San Juan Bautista, las de N. S. de la Peña, de los Milagros, de Magaña y de Yanguas, la de San Miguel, el palacio de los Castejones, los arcos y puertas de las murallas,... son algunos ejemplos de esta diversidad, aunque no todos se encuentran en buen estado. Aquí vivió la consejera de Felipe IV, Sor María de Jesús, en el convento de concepcionistas, y fue cuna de una numerosa lista de importantes familias nobles como los Velamazán, Castejón, Paredes, Fuerteventura,... Destaca especialmente la profunda devoción a la negra Virgen de los Milagros de no sólo los agredeños, sino de las comarcas limítrofes.
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Imágenes
de Ágreda del Archivo
Carrascosa: |
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A 43 kms de Soria por la N-122, la carretera de Navarra. 30T 589624 4634422 |